EL Martes 24 de octubre, logramos concretar un paso mas del sueño de nuestro apostolado: la segunda misa univesitaria...esta vez el lugar elegido fue el gimnasio universitario de la quinta agronomica.
Una vez mas con el esfuerzo de todos los integrantes de nuestra comunidad, preparamos la misa, la cual fue celebrada por el padre Pedro Santillán, el cual nos guio con sus palabras nuevamente. El padre es un instrumento que puso Dios en nuestro camino, que nos apoya incondicionalmente en este duro camino del apostolado universitario...es por eso que al finalizar la misa tratamos de agradecerle minimamente todas sus atenciones, mediante un regalito.
Tanta fuerza nos dejo esta misa, que ya pusimos fecha para la tercera, va a ser el 15 de noviembre a las 18.30 hs frente al bar de agronomia, asi que esperamos nos puedan seguir acompañando...
30.10.06
21.10.06
NUESTRA SEGUNDA MISA UNIVERSITARIA
Les queremos contar con muchisima alegria que este Martes 24 de Octubre a las 12 del mediodia, concretamos nuestra 2º misa universitaria. El lugar? el gimnasio de la quinta agronomica (cerca de la facultad de medicina en el complejo Dickens).Asi que demas esta decir que todos estan invitados a participar. Por favor difundir este mail a sus compañeros de facultad, amigos, etc. Muchas gracias, los esperamos... MOVIMIENTO PALESTRA
19.10.06
Testimonio PM 72
Compartimos con ustedes el testimonio de un orgullo de nuestra comunidad: GONZALO CASTELLANOS, que participó como consejero del Equipo 3 en el PM 72...
No quiero dejar de compartir la vivencia de lo que fue el PM 72 …
En primer lugar contarles que tuvimos una preparación de PM que nos marcó a fuego. La actitud del equipo era: espiritualidad profunda, canciones nuevas, disposición, ganas, clima de alegría, confianza y hermandad.
A lo largo de la preparación noté como mi corazón se iba transformando, la relación con las personas cercanas a mi era distinta, el Señor estaba renovando mi vida…
Lo que fue el motivador es algo que fue un verdadero regalo de Dios… El Señor derramó su gracia en todos nosotros, en cada uno de los corazones de sus hijos…
Al principio me note un poco ansioso, desde que llegaron los chicos al Tulio, hasta los primeros trabajos que compartíamos en equipo… después con el tiempo fui bajando los decibeles y trate de ir haciendo lo que Dios me pedía.
Ponerse en manos de Dios fue lo mejor que me pasó, es cuando realmente hubo libertad, paz y gozo en mi interior. Dejar que haga todo El fue lo que trate de hacer y así pude experimentar, como Maria, las maravillas que obra Dios cuando lo dejamos. Dejar sorprenderse por Dios es la máxima actitud que pude tomar en esos días de PM, no preocuparme por nada poniendo en mi pensamiento total confianza en mi Dios, con la seguridad de que el iba a hablar por mi al momento de algún trabajo o al momento de alguna charla…De hecho el Señor llenó de fuego mi corazón cuando me toco compartir la vivencia de Pedal, lo que yo sentí en esos momentos nunca en mi vida lo había sentido, despreocuparme por lo que iba a decir y dejar a mi alma que se diese por entero. Dejar todo en sus manos…
Cantar con Ale y Pablito M., compartir con mis hermanos de comunidad Dieguito y Tati, profundizar mi amistad con el Colo, el Mocho A. y Turco A. , sorprenderme con el gran cura que nos acompañó, reírme en todo momento con Gaby L., sentirme hermano de Franco y el Mochito W., saberme complementado en todo momento por mi gran compañero de eq 3 eduardito, fue lo que me hizo una persona FELIZ en esos 4 días.
Seguir compartiendo aun después del pm nos hace saber que somos iglesia perseverante universal , que somos hermanos, que hay nuevos hermanos, que vamos por más, que soñamos con una patria distinta con una juventud con un ideal: Cristo, por que no con una juventud que sea como San Pablo a quien un día el Señor salio a su encuentro y su vida cambio para siempre, hubo un antes y un después, un hombre viejo y un hombre nuevo.
Palestra enciende mi esperanza, Palestra me hace crecer día a día, Palestra me regala cosas nuevas todos los días, Palestra me haces sonreír … GRACIAS SEÑOR POR EL MOVIMIENTO PALESTRA …
18.10.06
La familia, escuela de valores
Compartimos una nueva reflexion en este mes de la familia...
La familia, núcleo de la sociedad, es escuela de valores donde se educan, por contagio, todos los que la integran. Es en la familia donde se crean vínculos afectivos, donde se quiere a cada uno por lo que es, con cualidades y defectos. Nuestra familia es el espacio de la intimidad. Somos conocidos totalmente, no necesitamos de ningún ´´curriculum´´ para que nos aprecien. Esto influye para que sea el ámbito propicio, donde, gracias a la convivencia, se aprendan unos valores que perduran siempre. Todos los padres queremos que nuestros hijos sean felices. Los hijos lo serán en la medida que vean que sus padres lo son. La mejor referencia es la vida de los padres. Reflexionaremos sobre algunos puntos que son primordiales para la vida cotidiana.El primer gran valor que deberán aprender será saber amar porque, cuando hemos aprendido a amar, lo hemos aprendido todo. Amar conlleva muchos valores: olvido personal, generosidad, fortaleza, flexibilidad, comprensión, etc. Teresa de Calcuta nos recuerda que ´´amar es no parar´´. Podemos hacerle caso y repartir afecto a todos los de la familia. El afecto da seguridad y la seguridad da autoestima y, con autoestima, es mas fácil interiorizar los valores que los progenitores quieren transmitir.También saber perdonar de todo corazón, no acumulando reproches. Pasar por alto cambios de humor. No recordar continuamente los agravios recibidos. Enseñar a perdonar es colaborar a la paz. El rencor y la venganza sólo ayudan a destruir. El perdón es un punto esencial para ayudar a vivir la solidaridad y el respeto por los demás. El matrimonio que sabe olvidar, que deja el amor propio en el bolsillo y no se enoja, enseña a perdonar a sus hijos. Un ambiente de serenidad, de no criticar a nadie, de saber disculpar, es de gran ayuda para la integración social de los hijos.Los padres somos el espejo de convicciones donde se reflejan nuestros hijos. Por esto hemos de ser coherentes con lo que decimos y hacemos. Jesús Urteaga en su libro Dios y la familia, nos dice: ´´Espero mucho más de padres mudos y santos, que no de predicadores y sermoneadores que no hacen lo que dicen´´. Repetir demasiado los consejos puede resultar aburrido y poco motivador para los hijos. El testimonio es la clave para la transmisión de valores. Estos valores se transforman en virtudes por el esfuerzo personal y la gracia que se recibe de Dios.De bien pequeños, y también después del uso de razón, aprenden los niños del modelo que presentan sus padres y aprenden a distinguir, cuando hay orden, lo que es correcto. Por parte de los padres es primordial la creación de hábitos. Los hábitos buenos conducirán a las virtudes, así como los malos conducirían a los vicios. ´´El orden exterior ayuda a construir el orden interior´´, escribe Juan Valls Julià en su libro El desarrollo total del niño. Es también cierto que, para una familia cristiana, el orden ideal será hacer vivir las virtudes humanas teniendo siempre presente a Dios.Finalmente, valorar el trabajo. El trabajo bien hecho conlleva una serie de virtudes: humildad, espíritu de servicio hacia los demás, prudencia, constancia, lealtad, laboriosidad, etc.Los padres somos los protagonistas de estas breves reflexiones. Cada familia tiene su estilo y se planteará qué valores quiere transmitir. Estos se irán contagiando por osmosis si nos esforzamos en vivir con alegría y constancia las cosas pequeñas sin quejarnos. No se trata de hacer cosas grandes, sino de actuar empezando por nosotros mismos. Por último, dar gracias por todo y a todos para enseñar a los hijos el agradecimiento. Todo con paciencia se puede llevar a buen término. Recordemos al poeta Rabindranath Tagore: ´´No es el martillo el que deja perfectas las piedras, sino el agua con su danza y canción.
10.10.06
El amor y la familia
En este mes de octubre, mes de la FAMILIA, compartimos con ustedes una pequeña reflexion.
En una aldea remota de la India donde casi no se conocen las frutas, un niño le hizo cierto trabajo a una señora y ésta, en retribución, le obsequió un hermoso racimo de uvas.El chico acarició entre sus manos el racimo. En esa tarde calurosa ¡cuán bien le venían esas uvas!Pero el niño pensó: "Mi padre está trabajando en el campo y estará cansado y sediento. Le voy a llevar las uvas a él". El padre las recibió con mucha alegría, pero pensó: "Las guardaré para mi hija, para cuando me traigala merienda. Ella está un poco inapetente y quizás las coma con agrado".Cuando la chica recibió el racimo de manos de su padre, dio un grito de felicidad. Pero de regreso a su casa, durante el trayecto se dijo para sí: "Guardaré estas uvas para mi madre, porque la pobre está tan cansada, y tan pocas veces podemos comer fruta...".Aquella noche, cuando la humilde familia terminó de cenar, la madre anunció: "¡Tengo una sorpresa de postre!" Y al instante colocó sobre la mesa aquel hermoso racimo de uvas que ninguno había comido durante el día.¿Qué fue lo que indujo a cada miembro de esa familia a no comer el codiciado racimo, sino el amor del uno para con el otro?¿En qué otro sitio mejor que en el hogar podría y debería expresarse el amor? En el mundo exterior podrá haber violencia, egoísmo y frialdad, pero en el refugio cálido del hogar no podría faltar el afecto leal y profundo.Sin embargo, lamentablemente, cuán a menudo los hogares carecen del ingrediente primordial del amor. Y las consecuencias no se hacen esperar.Mientras el amor construye el hogar y la vida de sus moradores, el desamor divide y desintegra a la familia.Todos estamos de acuerdo en que hace falta más amor en la tierra. Pero ... ¿recordamos siempre que sólo cuando tengamos más amor en nuestros hogares, lo tendremos también en el mundo?Consideren con corazón abierto esta reflexión, y vean de qué manera se puede acrecentar el amor en el seno de su familia".
El amor y la familia
En este mes de octubre, mes de la FAMILIA, compartimos con ustedes una pequeña reflexion.
En una aldea remota de la India donde casi no se conocen las frutas, un niño le hizo cierto trabajo a una señora y ésta, en retribución, le obsequió un hermoso racimo de uvas.El chico acarició entre sus manos el racimo. En esa tarde calurosa ¡cuán bien le venían esas uvas!Pero el niño pensó: "Mi padre está trabajando en el campo y estará cansado y sediento. Le voy a llevar las uvas a él". El padre las recibió con mucha alegría, pero pensó: "Las guardaré para mi hija, para cuando me traigala merienda. Ella está un poco inapetente y quizás las coma con agrado".Cuando la chica recibió el racimo de manos de su padre, dio un grito de felicidad. Pero de regreso a su casa, durante el trayecto se dijo para sí: "Guardaré estas uvas para mi madre, porque la pobre está tan cansada, y tan pocas veces podemos comer fruta...".Aquella noche, cuando la humilde familia terminó de cenar, la madre anunció: "¡Tengo una sorpresa de postre!" Y al instante colocó sobre la mesa aquel hermoso racimo de uvas que ninguno había comido durante el día.¿Qué fue lo que indujo a cada miembro de esa familia a no comer el codiciado racimo, sino el amor del uno para con el otro?¿En qué otro sitio mejor que en el hogar podría y debería expresarse el amor? En el mundo exterior podrá haber violencia, egoísmo y frialdad, pero en el refugio cálido del hogar no podría faltar el afecto leal y profundo.Sin embargo, lamentablemente, cuán a menudo los hogares carecen del ingrediente primordial del amor. Y las consecuencias no se hacen esperar.Mientras el amor construye el hogar y la vida de sus moradores, el desamor divide y desintegra a la familia.Todos estamos de acuerdo en que hace falta más amor en la tierra. Pero ... ¿recordamos siempre que sólo cuando tengamos más amor en nuestros hogares, lo tendremos también en el mundo?Consideren con corazón abierto esta reflexión, y vean de qué manera se puede acrecentar el amor en el seno de su familia".
6.10.06
Compartimos nuestra primer misa universitaria
Con inmensa alegría queremos compartir con todos ustedes la experiencia que tuvimos unos días atrás: el 18 de Septiembre en la quinta agronómica pudimos concretar la primera misa universitaria de nuestro apostolado. Después de tanto esfuerzo y preparación comunitaria, entregándolo todo a Dios, pudimos ver los frutos que El Señor nos brindo.
La misa estuvo a cargo del padre Pedro, de la parroquia que corresponde al área de la quinta, en la cual celebramos el día de San Cupertino, patrono de los estudiantes universitarios. Es así como repartimos a los presentes, estampitas bendecidas por el padre Pedro, con la oración a este santo pidiéndole , siempre como intercesor de nuestro Padre, por nuestros respectivos estudios y porque nos de las fuerzas para continuar.
Como siempre, nuestro movimiento se hizo presente, haciendo sentir mas que nunca la lucha ligada que nos caracteriza, y pudimos contar con la presencia de numerosos palestristas. Pero lo que nos llena el corazón es que poco a poco se fueron acercando espontáneamente estudiantes universitarios de las distintas facultades, así como también docentes, autoridades y trabajadores no docentes.
En esta experiencia El Señor nos demostró una vez mas, que a pesar de ser un ambiente al que resulta difícil llegar, SE PUEDE llevar a Cristo a los universitarios, por eso pensamos seguir adelante y próximamente realizaremos una nueva misa durante el mes de octubre, a la que esperamos que todos puedan participar.
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